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Historia del Piano



ORIGEN Y DESARROLLO DEL PIANO INTRODUCCIÓN
Si la voz humana es el instrumento musical por excelencia, el más emotivo y el de mayor belleza de sonido, es también a la vez el único invariable, el que desde el principio hasta el fin del mundo habrá conservado intacta toda su enorme dimensión expresiva. Pero existen además los tres géneros clásicos de instrumentos musicales que conocemos: los de cuerda, los de viento y los de percusión.

El PIANO, instrumento de cuerda sin arco, puede considerarse un instrumento por excelencia. El PIANO, vocablo abreviado de Pianoforte, es el nombre italiano de una especie de clavicordio que puede tocarse ya sea en forma suave: PIANO o en forma fuerte: FORTE. El Piano se origina en el siglo XVIII, su nombre primitivo Pianoforte, así se le llama aún en Italia por la facultad de poder graduar su volumen de sonido según se pulse la tecla con mayor o menor intensidad, a diferencia de los otros instrumentos de teclado (clavecín, órgano), cuya intensidad sonora es independiente de la pulsación.

No debe considerarse el PIANO como un perfeccionamiento del clavecín ya que su principio de funcionamiento es distinto: en el clavecín las cuerdas son pulsadas como en la guitarra, mientras que en el PIANO son golpeadas por un martinete. Es precisamente al mecanismo ideado por Cristofori en 1711, que lanza su martinete contra las cuerdas, que puede matizarse el sonido por la pulsación de la cuerda. Otro gran avance también debido a Cristofori fue el empleo de los apagadores que consisten en un resorte para hacer cesar la resonancia de las cuerdas, accionado posteriormente mediante un pedal situado a la izquierda o bien en medio de tres, según el PIANO de que se trate. Fueron necesarios varios años de experiencia y perfeccionamientos técnicos antes de llegar a la calidad homogénea de los grandes PIANOS de hoy, como los Steinway, Bechstein , etc. El piano se compone fundamentalmente de un teclado de mecanismo de transmisión y percusión y de un sistema de cuerdas metálicas tensadas sobre un marco, de forma parecida a un arpa, pero que se halla situado en una caja de resonancia. Al ser pulsada una tecla actúa a modo de palanca que mueve el mecanismo lanzando el martinete contra una cuerda que produce el sonido. A cada tecla corresponde una cuerda, que en realidad sólo es simple en los graves, mientras que es doble en la región media y triple en parte de la media y los agudos, con el fin de obtener una sonoridad más homogénea. Cuando las cuerdas y la caja se hallan de pie, el PIANO se denomina vertical y cuando se hallan en posición horizontal se le llama de cola. El uso del piano se extendió rápidamente en el siglo XIX, dando lugar a una abundante producción musical, hasta el extremo de que la mayor parte de las composiciones de muchos músicos románticos fueron escritas para este instrumento, como es el caso de Chopin, Schuman, Beethoven, Brahms, Schubert, Mendelssohn, Debussy y Liszt, a quienes se debe una evolución muy importante de la técnica instrumental del mismo. Entre los más grandes tratadistas y pedagogos que han existido del piano tres nombres brillaron inmensamente: Clementi, Cramer y Czerny.

UNA PRIMERA HISTORIA DEL PIANO

El inventor, Bartolomeo Cristofori, denominó su invento: un clavicémbalo con el piano y el forte, es decir, que se podía controlar la dinámica del fraseo. De aquí el nombre de piano (que originalmente era pianoforte). Esto lo consiguió modificando el mecanismo de cuerda pinzada del clavicémbalo por un mecanismo de martillos que percutían la cuerda en lugar de pinzarla. Los otros instrumentos de teclado contemporáneos al invento del piano (año 1711), eran el clavicordio y el órgano. El órgano y el clavicémbalo tenían una sonoridad potente, apta para los grandes espacios, pero para controlar la expresión tenían que recurrir a los registros. De los tres, el único verdaderamente expresivo era el clavicordio, pero debido a sus características constructivas, su sonoridad era débil y poco timbrada. Su mecanismo, de una gran simplicidad, era de cuerda percutida. Era el instrumento predilecto para la música de cámara de muchos músicos y su uso se alargó hasta bien entrado el siglo XIX. En el siglo XVIII apareció en escena un instrumento que revolucionó el campo de la música instrumental: se trata del pianoforte, para nosotros, piano. Este viejo conocido fue creado hacia 1709 por Bartolome Cristofori, en la bella Florencia. Este inventor, no obstante, debió verle poco futuro a su creación, pues se murió sin estar demasiado convencido de su importante valor. En cualquier caso, el invento sí que prosperó. Vino a sustituir las deficiencias del clavicordio y del clavecín, que no podían hacer contrastes de intensidad. En su lugar, el piano ofrecía la ventaja de poder tocar fuerte o suave, es decir, forte o piano. De ahí proviene su nombre, pianoforte, o piano. En el clavecín las cuerdas eran pellizcadas por un plectro adosado a un martinete. El plectro era como un palillo o púa que usaron los antiguos para tocar sus instrumentos. En el piano, sin embargo, las cuerdas van a ser golpeadas por un macillo tapizado de fieltro. Todo ello es accionado desde una compleja maquinaria articulada que parte del impulso que recibe la tecla. El verdadero propagador del invento de Cristofori fue el alemán Silbermann. Este se lo dio a conocer a Bach, quien no se mostró muy entusiasmado con el nuevo instrumento. Dos discípulos de Silbermann ; Zumpe y Stein, fueron los progenitores de dos nuevas escuelas de construcción de pianos, la inglesa y la vienesa. Los pianos de la firma austríaca, preferidos por Mozart, se caracterizaban por la ligereza y velocidad del teclado y por la sutileza de los matices. En Londres, apareció la casa Broadwood, que crea unos pianos de gran potencia sonora. La escuela francesa estuvo representada por el constructor Erard quien perfeccionó el mecanismo de repetición.


CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL PIANO
No todas las cuerdas de un piano son iguales. Están todas hechas de acero, sí, pero a cada tecla grave, sólo corresponde una cuerda, de mayor grosor y revestida de cobre. Las cuerdas intermedias son más finas y aparecen en número par. Los sonidos más agudos corresponden a cuerdas más agudas y cortas, habiendo exactamente tres por cada tecla. Las 88 teclas de un piano se organizan en blancas y negras. Las blancas emiten sonidos naturales, mientras que las otras corresponden a los sonidos alterados (sostenidos y bemoles). Antiguamente, se fabricaban de hueso y marfil, aunque hoy en día tienden a realizarse en resinas o materiales plásticos. Los pianos normalmente suelen tener tres pedales: el de resonancia, que libera los apagadores creando una atmósfera envolvente; el pedal de sordina o celeste, que desplaza lateralmente los martillos de forma que sólo golpeen una cuerda o una parte de ella, para conseguir un sonido más tenue. Por último, hay un tercer pedal, llamado tonal o de sostenuto, que permite prolongar la vibración de un grupo seleccionado de notas. MINUCIOSIDAD. La casa Steinway & Sons era tan minuciosa en la construcción de sus pianos que determinaba el momento idóneo para talar el árbol de cuya madera se hacía la caja del instrumento (tras 10 años de secado), vigilando cuidadosamente la estación del año y el ciclo lunar para que el flujo de la savia fuese óptimo para la madera. SCHUMANN. La obsesión de Schumann por mejorar su técnica al piano fue tal que llegó a utilizar un artilugio para fortalecer los músculos del dedo anular. Lo único que consiguió fue destrozarse la mano para siempre y dar al traste con su carrera como pianista. BLUES. Los músicos de blues utilizaron el piano para imitar las inflexiones de sus desgarradas voces negras. Una de las técnicas comúnmente utilizadas es el cluster: forma poco convencional de tocar el piano que consiste en hacer sonar un racimo de notas consecutivas, empleando para ello el puño, la palma de la mano o el antebrazo. EL CLAVICORDIO - Los inconvenientes de clavicordio son: Es muy difícil hacer legato porque solamente se pueden ligar las notas al fondo de la tecla, mientras que la tangente está en contacto con la cuerda (y obviamente no hay pedal). Esto da lugar a un sonido bastante seco. El punto de ataque de la tangente está en el propio extremo de la cuerda, lugar muy desfavorable para la producción de armónicos. Esto da lugar a una sonoridad bastante débil y poco brillante, nada apta para grandes salas. La principal ventaja es que permite una gran expresividad, dado que la intensidad del sonido se puede controlar desde el teclado. Hay un contacto casi directo entre los dedos y la cuerda. Esto da lugar a una sensibilidad muy especial, de mucha más proximidad con el instrumento. Incluso es posible controlar el sonido después del ataque, simplemente haciendo más o menos presión sobre la tecla: se pueden hacer vibratos y portamentos, cosas imposibles en un piano moderno. El clavicordio fue el instrumento favorito de muchas familias de músicos, como la familia Bach, que eran reconocidos virtuosos de este instrumento. EL CLAVICEMBALO El sonido se produce cuando la púa lateral montada sobre el saltirón pinza la cuerda mientras que el pequeño fieltro de apagador se separa de la cuerda. La púa solamente ataca la cuerda cuando sube, en descenso la púa se separa de la cuerda. - Las ventajas del clavicémbalo son: - El punto de ataque a la cuerda es el más apropiado para la producción de armónicos, y por lo tanto, para conseguir un sonido brillante y potente, muy apto para las grandes salas. - Gracias a su distribución de cuerdas con respecto al teclado, permitía añadir diferentes registros a base de aumentar el número de planos de cuerda, y también permitía más de un teclado en el mismo instrumento, todo lo cual hacía del clavicémbalo el instrumento rey de la música cortesana. El principal inconveniente era la casi nula posibilidad de fraseo, ya que el ataque de la cuerda por púas es independiente del impulso dado a la tecla.

LOS PRIMEROS PIANOFORTES
El invento del pianoforte significó que finalmente fuera posible el fraseo en un clavicémbalo. Si el clavicémbalo era el instrumento de las grades salas y ahora, además, podía ser tan expresivo como el clavicordio, el éxito estaba asegurado. Pero, aunque el piano fue un invento esperado, todavía tardó más de 100 años en ser totalmente aceptado y aun más en llegar a sustituir totalmente al clavicémbalo (y al clavicordio). En primer lugar, el mecanismo tardó mucho en llegar a la perfección del piano moderno, y en segundo lugar, la sonoridad apenas mejoraba la del clavicémbalo. Los primeros pianos no eran otra cosa que clavicémbalos transformados sin todavía una identidad propia. Además, tratándose de un instrumento nuevo todavía no había obra expresamente escrita para él; al principio se interpretaba al piano obra pensada para el clavicémbalo. Hicieron falta más de 150 años de continuadas transformaciones para que el piano fuese el instrumento que conocemos hoy día.
EL MECANISMO ORIGINAL DE CRISTOFORI
La importancia de utilizar un sistema de percusión es que permite, desde el teclado, controlar el impulso del martillo contra la cuerda. Entran en juego la velocidad y la fuerza de ataque en la producción del sonido. El primer mecanismo ya incorporó el concepto de escape. Esta es la pieza intermedia que conecta la tecla con el martillo. Es una pieza basculante que, cuando está colocada en posición normal, empuja el martillo hacia arriba hasta que está a punto de tocar la cuerda. En este momento se retira y deja de empujar aunque sigamos bajando la tecla (de no ser así amarraríamos el martillo a la cuerda). El martillo continua su trayecto por inercia, impacta contra la cuerda y rebota. El mecanismo del piano moderno, aunque enormemente sofisticado, sigue, en esencia, el mismo criterio del mecanismo de Cristofori. El piano de mesa es una variante del pianoforte. Las cuerdas, en lugar de estar distribuidas longitudinalmente como en el clavicémbalo, lo están transversalmente como el clavicordio. El piano de mesa es al clavicordio lo que el pianoforte es al clavicémbalo. Durante el siglo XVIII el piano fue evolucionando lentamente. Muchos fabricantes de clavicémbalos empezaron a fabricar también pianofortes y a introducir mejoras propias. Se diferenciaron dos escuelas: la vienesa y la inglesa, atendiendo a las dos zonas más importantes de fabricación del pianoforte de aquellos tiempos: la Europa Central e Inglaterra. ESCUELA VIENESA La mecánica era muy ligera y la tecla se hundía (calada) tan sólo unos 4-5 mm., mientras que la fuerza necesaria para bajarlas, aunque superaba la del clavicémbalo, era solamente de alrededor de 25 gramos. Estos valores son la mitad de los de un piano actual. Al principio la diferencia entre las dos escuelas era solamente en el tipo de maquinaria pero con el paso del tiempo se convirtieron en dos concepciones bien distintas de instrumento. Los pianos vieneses se mantuvieron, de algún modo, fieles a su origen de clavicémbalos: eran instrumentos delicados y de sonido timbrado (Mozart fue un gran entusiasta del piano vienés). Stein y Graf fueron los fabricantes más representativos de esta escuela. ESCUELA INGLESA En cambio, el piano inglés se fue convirtiendo en un instrumento más robusto. Fue introduciendo una serie de cambios y mejoras, todos ellos orientados a aumentar la potencia sonora del instrumento. La máquina era más pesada y la calada de la tecla también fue en aumento. La sonoridad era más potente pero paralelamente perdía en riqueza tímbrica. El piano inglés aumentó el dimensionado de las cuerdas y de la tabla de resonancia. La sobrecarga de tensión del encordado obligó a reforzar toda la estructura (barrajes) del instrumento y se empezaron a introducir barras de hierro de refuerzo. El piano inglés empezó a distanciarse del concepto original de piano. Perdía en riqueza tímbrica y delicadeza, pero ganaba en potencia y estabilidad, en definitiva, se iba adaptando mejor que los vieneses a las nuevas tendencias del mundo musical. Broadwood fue el representante de más prestigio de la escuela inglesa. Beethoven fue obsequiado por este fabricante con uno de sus instrumentos. SIGLO XIX Las primeras décadas del siglo XIX fueron de una frenética actividad en la transformación del piano. El piano estaba triunfando plenamente y todavía se le pedía más. El piano fue aumentando en tesitura y potencia para adaptarlo a las nuevas formaciones orquestales cada vez más amplias. En esta época, entre los años 1800 y 1850, fueron introduciéndose los cambios más significativos que condujeron al instrumento que conocemos hoy día. Estos cambios son: La adopción de las tres cuerdas por nota y la utilización de la cuerda de acero. La adopción del martillo de lana. El arpa de fundición de una sola pieza El invento de la máquina de doble escape de Sébastien Érard. CUERDAS El primer paso consistió en en aumentar el número de cuerdas hasta triplicarlo (los primeros pianos, que no eran otra cosa que clavicémbalos con el mecanismo transformado, a cada nota le correspondía una sóla cuerda). No obstante, el paso definitivo en la transformación del piano se dio con el cambio del material empleado en la fabricación de la cuerda. Hasta entonces se usaba latón o alambre, materiales de manufactura relativamente sencilla. Estos materiales son blandos y no permiten tensiones elevadas (máximo unos 40 Kg. por cuerda). El cambio fue emplear acero, material que aguanta tensiones mucho más elevadas (entre 70 y 90 Kg. en el piano moderno). El aumento de tensión da como resultado un aumento de la potencia sonora. MARTILLO El martillo del pianoforte estaba construido a base de diferentes capas de pieles encoladas una sobre otra. La dureza de cada capa iba disminuyendo desde el interior al exterior. Las pieles interiores eran cueros muy duros mientras que la piel exterior era una fina capa de piel suave. La idea de esta distribución es que permite un sonido más dulce en los ataques ligeros y un sonido más brillante en los fuertes, todo ello para contribuir tímbricamente en la dinámica. La construcción de este tipo de martillo era muy costosa, en tiempo y material. El recubrimiento del martillo con lana es mucho más económico e igualmente eficaz. ARPA DE FUNDICIÓN La introducción de la cuerda de acero en la fabricación del piano dio lugar a importantes cambios en el instrumento; el más importante es que se requería una estructura mucho más robusta para resistir el importante aumento de la presión de las cuerdas. La madera ya no era suficiente para realizar este trabajo. Se empezaron a introducir refuerzos metálicos para ayudar a la madera, hasta que, finalmente, se consiguió diseñar un refuerzo de una sola pieza fabricado en hierro de fundición. A esta pieza la denominamos arpa, placa, o marco. Esta pieza va montada sobre el barraje del piano y va nivelada sobre los puentes de sonido de la tabla de resonancia. Sirve para ligar las cuerdas en sus dos extremos, y al mismo tiempo, dependiendo de su nivel, da más o menos carga (la presión que ejercen las cuerdas) sobre estas los puentes de sonido. La importancia de la adopción del arpa metálica es crucial, ya que, no solamente permite resistir la presión del encordado, sino que además libera completamente a la estructura de madera (los barrajes) de esta tarea. Esto permite que la función de los barrajes sea exclusivamente la de soportar el peso del instrumento y proteger y enmarcar la tabla de resonancia. MECANISMO ÉRARD El invento del mecanismo de doble escape (llamado mecanismo Érard), propio de Sébastien Érard, nos acerca al piano moderno. La adopción de este tipo de maquinaria significó una mejora definitiva del mecanismo inglés, y que los pianos de esta escuela se impusieran definitivamente sobre los vieneses. El piano, a diferencia de la gran mayoría de los instrumentos, ha tenido una gestación muy larga. Desde el primer piano hasta el estándar estable de piano moderno que conocemos hoy día, han hecho falta más de 200 años de evolución cargados de innovaciones técnicas. De todas formas, a partir del año 1850, las innovaciones ya no fueron tan significativas. Las mejoras a partir de esta fecha tienen más que ver con avances tecnológicos, criterios constructivos, calidad de materiales, etc., que ya no obedecen a escuelas o tendencias, sino con la personalidad de los diferentes constructores. El piano moderno, aunque se mantiene fiel al concepto de su invención, tiene poco que ver con aquel clavicémbalo de mecanismo transformado que inventó Cristofori en 1711. RESUMEN Para resumir: Las diferencias más importantes del piano moderno con respecto de los primeros pianos, son las siguientes: - La adopción de la cuerda de acero. - La adopción de la placa metálica de fundición. - El aumento de las dimensiones de la tabla de resonancia, tanto en grosor como en área. - Aumento de las dimensiones de la maquinaria y del teclado, y en consecuencia, del "peso" de teclado. Aumento de la tesitura del teclado. - La adopción de mecanismo Érard. - Aumento en general de todas las dimensiones del piano. Evidentemente, estas diferencias entre el instrumento original y el moderno, han comportado, también, diferencias muy importantes en la sonoridad del piano y en la "sensación" sobre el teclado. El piano moderno es un instrumento magnífico, que en definitiva, es el que la historia pianística ha querido que sea. Pero interpretar la obra de los compositores clásicos en los mismos instrumentos (o réplicas de los mismos) en los que trabajaron, es una experiencia muy interesante que valdría la pena recuperar en las aulas de los Conservatorios. Tocar un clavicordio, y experimentar con su dinámica y sonido, es una delicia, y lo mismo puede decirse de un pianoforte vienés. INFORMACIÓN TÉCNICA Sonoridad Como instrumento de cuerda el piano tiene esencialmente las mismas características que los instrumentos de esta familia: un conjunto de cuerdas (que en el piano superan las 200) tensadas con una clavija de afinación en un extremo, y montadas sobre una tabla de resonancia que amplia y da resonancia a las cuerdas. La mayoría de criterios constructivos de los instrumentos de cuerda (materiales y tecnología) son aplicables al piano, pero adaptados a las dimensiones e idiosincrasia del piano. La palabra clave en la construcción de un piano es: Harmonía. Todos los elementos dependen los unos de los otros. No tiene ningún sentido emplear materiales de la mejor calidad sino van acompañados también de la mejor voluntad de convertirlos en un buen instrumento. Hoy día, un buen piano es la suma de: criterio constructivo + materiales de calidad + tecnología + trabajo humano El secreto de la sonoridad del piano no es otro pues, que la harmonía en la conjunción de todos sus elementos. Para conseguirlo, hace falta un gran conocimiento del instrumento, fruto de una larga tradición. Los elementos básicos de los que depende la sonoridad del piano son: la cuerda la tabla de resonancia el martillo. LA CUERDA La cuerda es el componente más importante del piano. En definitiva es el elemento generador del sonido. Todas las características esenciales del sonido están en la cuerda. El resto de los elementos que determinan el sonido del piano actúan como potenciadores y reguladores de la resonancia o el timbre (mecanismo y tabla de resonancia). A menudo se olvida la importancia de la cuerda en favor de otros elementos como la calidad de las maderas o del mecanismo. Cada elemento juega su papel, y a la cuerda le corresponde el de generador del sonido. PUNTO DE ATAQUE El piano nace en la mesa de diseño del constructor. Es aquí donde se hacen todos los cálculos y se dibujan todos los planos del futuro instrumento. El primer plano es precisamente, el de la cuerda. Se empieza por dibujar una línea recta que es la del punto de ataque de los martillos sobre la cuerda. Es una línea virtual que no aparecerá en el instrumento acabado, pero que es fundamental ya que determina la posición relativa de todo el resto de los elementos del piano. El punto de ataque es el lugar de la cuerda donde el martillo la golpea. Está situado en un lugar preciso entre los extremos de la cuerda y se calcula como una proporción. Esta proporción no es la misma para todas las notas del piano sino que mantiene una progresión de las notas más graves a las más agudas. En el piano moderno estas proporciones son: Del extremo grave hasta al Do3, la proporción es de 1/8, que significa que dividiendo la cuerda en 8 partes iguales, el punto de ataque dista una parte de un extremo y 7 del otro. del Do3 al Do4, la proporción es de 1/9 del Do4 al Do6, la proporción es de 1/10 y del Do7 hasta al Do7, la proporción es de 1/14 El punto de ataque es clave para la sonoridad. Hay diferentes teorías acerca de su ubicación ideal, no obstante, tradicionalmente el fabricante se ha regido, sobretodo, por criterios empíricos que la teoría ha confirmado. Las proporciones citadas son las que generalmente encontramos en pianos modernos, pero dado que el piano es fruto de una larga evolución, no es extraño encontrar en instrumentos históricos disposiciones del punto de ataque de lo más variado. Fundamentalmente, el punto de ataque influye sobre la sonoridad en los siguientes aspectos: - En la producción de armónicos naturales de la cuerda: se pueden reforzar, o anular, ciertos armónicos según la disposición del punto de ataque. - En el tiempo de contacto del martillo sobre la cuerda después del impacto. La cuerda es más rígida al ataque del martillo en sus extremos que en la parte central, de manera que cuanto más cerca de los extremos sea el ataque, más rápido es el rebote del martillo. Esto, junto con la dureza del martillo, afecta definitivamente al sonido. LA TABLA DE RESONANCIA A menudo se dice que la tabla de resonancia es el alma del piano, y así es. Todo el esfuerzo de cálculo que representa el dimensionado de la cuerda del piano no tendría sentido si la tabla de resonancia no fuese del mejor material y de la mejor manufactura. Es la parte del piano que requiere la mayor atención. Es sobretodo aquí donde se diferencian los buenos instrumentos de los instrumentos de serie. En la construcción moderna de pianos la tecnología es esencial para conseguir instrumentos de calidad, pero los mejores pianos del mercado todavía fabrican las tablas de resonancia con una importante componente manual. Solamente la atención y la experiencia humanas pueden garantizar los mejores resultados. La tabla de resonancia es el corazón del piano, y en los buenos instrumentos constituye una auténtica obra maestra de ebanistería. La madera de la tabla de resonancia La materia prima para su construcción es la madera de abeto en alguna de sus variedades (pícea, avies, excelsa, etc.). Se emplea el abeto para la construcción de la tabla de resonancia (no solamente en el piano, sino también en la mayoría de instrumentos de cuerda) porque es la madera que tiene el mejor coeficiente entre resistencia mecánica y ligereza. La resistencia mecánica le permite soportar la enorme presión del encordado, y la ligereza le da la capacidad de movimiento necesaria para recoger las más sutiles vibraciones de la cuerda. - Los puentes de sonido Los puentes de sonido son los que comunican la vibración de las cuerdas a la tabla armónica. Los puentes de sonidos del piano moderno (cruzado) son: el puente largo de la cuerda y el corto de los bajos Los dos van encolados por encima de la tabla y su utilidad es la de comunicar la vibración de las cuerdas a la tabla de resonancia. Su forma viene determinada por la necesidad de incrementar la longitud de las cuerdas desde los agudos a los graves de acuerdo con los cálculos del fabricante. Su posición sobre la tabla es aproximadamente centrada respecto del los extremos de la tabla.
 
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